Alojarse en esta impresionante casa palacio del siglo XVII te resultará una experiencia inolvidable que desearás repetir. Dispone de dos suites, cada una con su baño integrado; un salón con piano y chimenea, de sistema sostenible; un comedor con aseo directo; y una generosa cocina a la que no le falta ningún detalle. A sus estancias principales se suman otros caprichos como son la bodega y su jardín con, atención, jacuzzi y barbacoa.
Se alquila completa, bajo principios de alta hospitalidad, y es una invitación a la conquista del auténtico well-being. Te encantará su puesta en escena, con una lista de muebles, pinturas, papeles pintados y telas bien estudiadas y plena sintonía con sus muros de piedra de esta preciosa casa. Sus anfitriones te recibirán con ese tacto personalizado de un hotel de cinco estrellas.