Es un destino perfecto si buscas un paraje rural donde desconectar y aislarte con un buen grupo de amigos. La casa, con muros de más de 160 años, se localiza en el encantador pueblecito de Valluerca y ha sido rehabilitada por sus dueños actuales, quienes han realizado un trabajo fantástico en el que se ha conservado la esencia original de la construcción. En el interior, te van a sorprender sus vigas centenarias pero también su cuidad decoración, con una gama muy cálida de colores y unos diseños de reciente factura que se combinan de maravilla con muebles del pasado.
El alojamiento se divide en dos casas totalmente independientes: la Casa Grande, con tres niveles, capacidad para 18 personas y su planta baja adaptada a personas con movilidad reducida; y la Casa Pequeña, con dos plantas y capacidad para 8 personas. Cada casa tienen su propia cocina, así como su salón, comedor y jardín con piscina de madera climatizada.