Se ubica en una bonita casa de pueblo con cierto aire rústico, con la Sierra Badaia detrás y el Monte San Vítores por delante. Un lugar de cocina tradicional en el que se respira paz y tranquilidad, con terraza cuando llega el buen tiempo.
La sala es amplia y cuenta con dos plantas: la parte superior tiene una amplia zona de bar y la planta inferior acoge un amplio comedor. La chimenea en un extremo de la sala así como algunos detalles decorativos en las paredes confieren al comedor un aire muy hogareño.
Ofrecen un menú diario de cocina casera, tradicional y centrada en el producto local y Km 0.